que son mucho, como antes, y ahora,
No encuentro costas nativas.
Mi tristeza es ajeno a su santuario,
Y la carretera alegría alma.
Áspera frialdad - tu santo poder:
calor sin Dios no se ajusta a los lugares sagrados.
Deja que el amor - y la tumba del olvido,
Estás sobre la tumba - una iglesia radiante.
11 agosto 1901. C. Dedovo