En el pueblo polvoriento herrero celeste rodó
unidad cambiante fuego.
Y en las calles - al igual que un sinnúmero de beber
La risa y el crujir y chirriar.
Esa ventana, que fluía en silencio
bruma polvorienta de color gris,
Haz atrapado en el corazón de cristal templado,
aguja.
Todo multitud borracha miedo
casas licencia graves…
Es decir - todo el cuerpo es presionado por chimeneas de las fábricas
Familiarizados con las horas merriment riotous…
Se hundió las uñas en ladrillo
En un pecado postura humillante…
Pero el herrero celeste sopla pieles,
Y silbidos al rojo vivo látigo en llamas.
Aquí - en una pila de rocas calientes
Se propaga sin atreverse a la boca…
Chest da a conocer - y deambula entre cejas oscuras
se ha ejecutado la pasión…
Aquí - el monje, con los ojos bajos,
A toda prisa en el futuro…
pero aquellos, que da votos locos,
Que canta himnos impasibles,
adelanta tormenta!
Revelará todo antes de que el pecho triste sol
en el cruce, en los sótanos, la torre - gracias!
Domingo, desafiando al sol, camino de muestras, -
nuestros himnos, y canciones, y los sueños - sin número!
aguja de oro!
haz gigantesca golpeó penumbra!
Opalennыm, barridos, quemó a la tierra -
gracias!
27 agosto 1904