la. C. F.
Bajo la vejez, olvidando santa,
Vivo seca con atención.
Había una vez - no - éramos dos,
Pero en el sueño - no la realidad.
Miré el otoño pálido,
Por algo susurros en mi memoria…
Pero se puede creer las sombras,
El resplandor en el sueño juvenil?
Todo era o parecía?
En las horas de olvido viejas heridas
A veces me largo soñado
soñar, empujado en la niebla.
Pero no creo que una tontos cuentos de hadas,
enfermo, bajo el yugo de gris.
Vamos a la otra encontraría puertas,
Lo que no puedo vivir.
29 septiembre 1902